El testigo desmonta la versión del procesado de que cuado mató al presunto ladrón actuaba solo como yerno de los joyeros
J. G. ALBALAT
"El señor Corominas nos indicaba lo que teníamos que hacer. Tenía con él una relación de subordinado. Era con la persona que teníamos contacto y que se encargaba de la seguridad y la protección de la familia Tous". De esta manera, el vigilante de seguridad de la vivienda familiar de los joyeros en Sant Fruitós del Bages, Julio Francisco López, ha desacreditado este viernes, en la cuarta sesión del juicio, la versión de Lluís Corominas, para quien el fiscal reclama 11 años de prisión por el presunto homicidio de un albanokosovar que, al parecer pretendía asaltar la casa.
El procesado aseguró el jueves que él no era el coordinador de seguridad y que actuó el día de los hechos como familiar, contradiciendo, a su vez, la declaración ante el juez de diciembre del 2009.
Según López, las indicaciones que tenía de Corominas en caso de incidentes es que primero llamara a los Mossos y después a él. Y eso fue lo que hizo el 9 de diciembre del 2006,día de los hechos. Las conversaciones registradas por una cámara de seguridad de la casa (el vigilante controlaba casi 100 de las viviendas de la familia) dan fe de ello.
Le insta a que vaya armado
En la sesión de hoy se ha podido escuchar el audio. En la primera de ellas, entre el vigilante y los mosos se escucha: "Hay un ladron dentro de la casa". Después llama a Corominas y le dice: "Están dentro de la casa. Acabo de llamar a los Mossos. Ven, ven armado". Según el testigo, le comenta que vaya armado porque supone que los ladrones también llevan pistola, aunque no vio las armas. "Pienso que es una cosa más grave que un robo: un secuestro o una extorsión. Vi movimientos extraños y eso fue lo que pensé", ha declarado.
Cuando Corominas llega a la puerta de la vivienda, sigue la conversación con el vigilante. Y este le dice: "Hay un coche negro delante. ¿Tú estás armado? Quedate aquí armado". Pero el procesado no hizo caso y se dirigió al coche sospechoso, ocupado por los dos presuntos ladrones. El vigilante explicó al jurado que por el móvil, que todavía estaba conectado, oyo: "Alto, alto. Alguien hablaba como en rumano, kosovar o serbio. Casi inmediatamente oí un disparo". A continuación hizo otra llamada a los Mossos, que todavía no habían llegado. "Están disparando. Están armados". La declaración del vigilante continúa.
Mujer de la víctima
Antes que él, declaró ante el tribunal y el jurado la viuda de Sinani Garmed, el fallecido, que vive en Bélgica. Explicó, entre sollozos, que su marido trabajaba en una empresa en ese país y que le dijo que venía a España para visitar a un amigo. La defensa intentó con sus preguntas demostrar que su marido, realmente, era un ladrón. Pero no lo consiguió. E incluso este testimonio lanzó un mensaje al jurado: "La vida de mi marido es muy cara. No tiene precio. Y claro que reclamó indemnización. Así yo y mi hijo de 10 años podemos llevar una vida económica mejor". Durante la declaración de la mujer, Corominas solo miraba al suelo y ella al frente. No se cruzaron ni una sola mirada.
Fuente: www.elperiodico.com
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